lunes, 20 de junio de 2011

Despedidas

Apago el cigarrillo, enciendo las palabras.
No tengo nada nuevo para decir, para escribir, para soltar, para mentir...
Hoy te ví, y no me pasó nada, nada,
los años pasaron y se llevaron lo que alguna vez fuimos,
quizás vuelva a pasar lo mismo, aunque no pueda hoy más que pensarlo,
creerlo es un absurdo,
un absurdo es la vida, el amor, y todo eso por lo que tenemos que pasar,
y pasamos, transitamos, se desvanece y se va,
como me fui yo aquella mañana,
ese último momento,
nuestro último momento...
Y te extrañé y te extraño,
y ya nada será como fué,
ni yo, ni vos, ni nada,
pero acá estoy,
frente a frente con mis palabras,
acá estoy frente a frente con mi soledad,
la mejor compañera que pude encontrar hasta ahora,
yo misma, mi escencia, mis más preguntas que sentencias...
Y me seguiré preguntando,
y me seguiré cuestionando,
y seguiré riendo y llorando y respirando...

A él también lo ví partir, pero fue distinto,
a él no lo volveré a ver de ninguna forma,
alguna foto, quizás,
algún sueño, tal vez,
pero ya no volverá,
porqué no habré permanecido allí tan solo un momento más,
volví aquél día? volví y lo volví a ver allí?
no lo recuerdo,
ya no sufre,
pero ya no lo veo,
y lo extraño, y es extraño como funciona todo,
mi eterno amigo blanco,
se llevó un tiempo,
una era,
cuando lo volví a ver lo pude despedir,
en algunas cosas no se puede pensar, no se debe pensar,
y ahora seguir,
y ahora mañana,
y ahora otro cigarrillo que encender,
otra noche,
otra poesía derramada,
a veces no hay consuelo,
como hoy,
a veces no hay palabras,
todo termina y vuelve a empezar más allá de nosotros,
más allá aún de nuestras decisiones,
más allá de todo,
y aunque a veces no querramos,
y entonces aparece la esperanza,
aunque yo ya no espere nada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario